En este improvisado rito casero de navegar por
Pienso y me detengo en la última contemplación, la música, mi compañera música, mientras recurro a sus servicios se aproximan a mi unas increíbles ganas de tener entre mis manos un disco original por donde se le mire, sí, que tenga en su interior un librito a la medida con imágenes de la banda a todo color, donde cuentan cómo fue posible la creación de la música, las ideologías que rozan las letras del disco y si tienes suerte encontraras en él cada una de las canciones escritas emulando una especie de karaoke arcaico acompañado de calcomanías fosforescentes con los rostros de los integrantes, que si las dejas durante todo el día en el sol podrán darte luz artificial durante toda la noche, si todo esto parece poco contiene un sistema que es inmune a los dedos de los malvados piratas, lo cual permite que seas el exclusivo receptor del video que muestra “lo que no se vio” de la grabación del connotado disco, sí, podrás ver por tus propios ojos los chascarros, las puteadas varias, peleas y patadas, caídas al suelo, risotadas perversas, lideres déspotas, notas desafinadas, cuerdas rotas, cuartos llenos de humo verde, curaderas nocturnas, y todas las cosas que pasan cuando se hace música, y aún hay más, dentro de esta bitácora multicolor musicalmente ornamentada se encuentran los siempre bien recibidos agradecimientos. Todos estos elementos hacen de la producción musical aún más rentable para las pretensiones de cualquier compañía y de cualquier “músico” (las comillas son sólo una suspicacia propia, del acercamiento al mercado, o sea mi cuota de chaquetero… perdón, creo que todos la tenemos).
En mi afán de la posesión absoluta de un material sonoro que “no mate la música”, se levanta un muro que me impide cumplir con mis expectativas, el precio. No faltará quién se explaye diciendo que “si realmente quieres algo te esfuerzas por ello” e inundará el lugar de frases cliché, que en cierta medida a mi juicio pueden estar cercanas a la realidad… pero de ellos. La verdad es que realmente es tan barato comprar un disco pirata o bajar temas en
Después de tomar conciencia del muro que me prohibía paso a conseguir lo que quería y de despertar más de alguna duda acerca de la relación del mercado negro musical con la industria autóctona, se disolvieron mis ganas de tener algo original y me conformé con mis temas que tengo en mi computador y mi roñoso, desgastado, pero fiel mp3 y decidí seguir paseándome los sábados por la feria para conversar con aquel perseguido, mal mirado, odiado y en algunas ocasiones muy carismático tuerto pirata de música, pues prefiero matar la música, como dicen, que ayudar a los mismos que seguirán haciendo lo mismo y ganando lo mismo.
2 comentarios:
la vola negro me encanto el comentario, no lo habia leido, tu cachay como soy yo media deja pa mis weas, esta bacan, como reflejay la realidad de la vola pirata y el no mates la musica, palabras de acierto, pero tengo ke recalcar que me gusto mas ke la chucha esta wea "cuartos llenos de humo verde"
te kero negro makabeoooooo
la verdad yo no me mamé entero el comentario, pero sí quería recalcar que encuentro más que positivo que ocupí este espacio para la music...súbete su par de mp3 y tamo
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