viernes, 5 de octubre de 2007

Música pulentita y subversiva

Guerrilero Okulto - Portavoz - Fluido Furioso _ Autodefenza
Un temazo, ¿Quién es el terrorista?



Salvaje Decibel - Himno nacional




Guerrillero Okulto + Piri

lunes, 10 de septiembre de 2007

Insignificancias y banalidades de una mañana cualquiera


Automáticamente mis ojos se abren, una luz tenue se asoma por los rincones de mi ventana, el aire es espeso, me siento sobre mi cama y mis pies descalzos se estremecen suavemente con la alfombra, dudo, creo que pasa un minuto, quizás dos o tres, se asoma la sed y arriesgarme se va haciendo una alternativa cada vez más tentadora, dudo más, pero el frío de la habitación me sugiere tomar una decisión en forma veloz, me decido, la alfombra se repliega ante mi cuerpo quieto y me dirijo a paso lento hacia el baño. En el trayecto alucino con canciones añejas que seguramente aparecieron en mis sueños durante la noche, y una sonrisa se pasea por mi cara evocando algunos de los tantos buenos chistes que escuché ayer. Mi saliva es otro asunto, espuma espesa, es efervescente agua sobre mi lengua, un mar de olas secas, que socava con los restos de comida, cerveza, ron y tabaco que consumí esta madrugada, pero no los desaparece, es molesto, tanto como ese estridente silbido que se percibe después de una ruidosa salida nocturna. Durante mi viaje logro apreciar brisas de buen clima en las afueras de mi hogar, mientras la sed me grita, mi vista un poco torpe tambalea y de reojo divisa los estáticos cuadros que penden de la pared, los reconozco, claro, han estado allí desde que tengo memoria, pertenecen al mismo barrio, aunque a veces, muy pocas veces se cambian de hogar, y en este instante, sólo en este instante me doy cuenta que son hermosos, y trato de esculpir ese momento, para algún día de estos, detenerme por un largo rato frente a ellos para disfrutar de su encanto. Sigo mi rumbo e ignoro que me espera en el siguiente paso, la verdad es que lo sé, estoy en el umbral de mi meta, vuelvo a dudar, introspecciono la falta de líquido en mi garganta y reafirmo mis ganas de sed. Llego a puerto y escupo directamente al lavadero, con inseguridad doy vueltas a la llave que demora unos siete u ocho segundos en proporcionarme agua, a su lado se encontraba la otra lagrimeando, pidiendo compasión, y la contemplo por unos cuantos segundos, luego lógicamente recuerdo mis verdaderas intenciones y me acerco raudo hacia el chorro mas grande para beber con vehemencia y saciar mis anhelos de sed.
En el trayecto de vuelta a la habitación no surgieron grandes travesías, salvo un par de picazones en la parte media del muslo izquierdo que fue repentinamente apaciguada por mis carcomidas uñas, además de palpar esa indescriptible sensación de pisar a pies desnudos la cerámica. Vuelvo a mi aposento, la cama es otro vicio, no, más bien un refugio, allí no hay afuera, es un mundo aparte. Fotografías de la noche vienen de sorpresa, borrosas, aunque no recuerdo haberme emborrachado, y se esfuman tal como se fueron. Me interno nuevamente entre frazadas y mi cabeza queda propensa al espacio y sus sabores, no soy diestro para dormir, prefiero relajarme, cerrar los ojos y pensar en algunas cosas, para que mentir, pienso en la mujer de mis sueños, no la busco porque ya la tengo, y en eso pienso, ansío con furia tenerla a mi lado, mientras invoco su olor, retrato su espalda desnuda entre mis sábanas, sé que duerme y sueña, y yo estoy en sus sueños, pero también sé que al despertar no lo recordará, pero eso no me atormenta, ciegamente soy el hombre de sus sueños. Abro los ojos y dejo una minúscula abertura para la visión, se aproximan unas gigantescas ganas de encender la luz, para seguir mirando de la forma que miro ahora, pero esta vez con dirección a la ampolleta amarilla y poder apreciar los destellos que expela, para luego jugar con sus tonalidades, movimiento y grosor.
En eso pienso. Simplezas, patrañas, en algún instante son trascendencias, todo en una mañana, creo, aún no me aseguro de la hora exacta, pero creo que saberla será una mayor aventura.

martes, 5 de junio de 2007

Sueldo mínimo

Nanometraje que fue presentado para el concurso "Nanometraje urbanos" que representa de forma perfecta, compacta y precisa, la vida de una persona que gana el sueldo mínimo. La idea y la forma de presentación es realmente excelente, todos los créditos para los realizadores. sin más preámbulos, a continuación: nuestra ideasingracia.

Maniobras y maniobras, y aún dormimos.

Estuvo en boca de todos, y no es un programa de la tele, simplemente es un tema más que rondó por la contingencia nacional, el lamentable terremoto y Tsunami que afectó a la undécima región de nuestro país, causó más de alguna polémica dentro del mundillo político, y por supuesto que mejor momento para aprovechar de ganarse algunos votitos.

Creo que todos ya esperaban la reacción, pues al pisar las tierras movedizas de Aysén, la Presidenta fue recibida por seudo banderas negras, en su mayoría eran bolsas de basura que colgaban de un palo, pero cumplían la misma función. El malestar de la gente era notorio, cánticos en contra de la gordis, miradas furiosas, bocinazos prolongados y todo tipo de chuchadas varias que se pueden escuchar cuando estás en medio de una muchedumbre enardecida. El responsable de este acto fue el alcalde local, Oscar “udi” Catalán, cabecilla a la hora de crear este áspero ambiente de recibimiento.

Los movimiento telúricos son impredecibles, pero en ese caso, el sismo se debió a la erupción de un volcán submarino, por lo tanto se pronosticaba desde antes, una catástrofe cercana, obviamente se subestimó el tiempo, el miembro de la Unión “Demócrata” independiente, venía anunciando de manera pública este hecho hace tres meses atrás, no encontrando acogida de parte de las autoridades pertinentes.

Que mejor momento para criticar a la concerta, que mejor momento para desgarrar a la izquierda derechista de la concertación, al Partido Socialista, que de socialista nada tiene.

Es precisamente en esos momentos cuando me gustaría que todas las artimañas fachas que utiliza la Alianza para desprestigiar la labor del gobierno den resultado, para que levanten de una vez por todas a un Presidente para Chile, sí, leen bien, quizás sirva, quizás eso es lo que falta para refrescar memorias y despertar a aquellos de su pesado sueño. Aún pienso que en nuestro país tenemos una cuota de sensatez, que debería resucitar con algún cambio brusco, aunque sabemos que es la misma mierda, no hay demasida diferencia. Pero de alguna forma hay que entrar en acción, dejar de lado aquellos roces de colores, porque entre la concertación y derecha se soban la espalda, mientras la verdadera izquierda, sigue peleando por descubrir quién tiene la fórmula para la revolución... La escurria es gratis muchachos.

martes, 22 de mayo de 2007

Sí que somos campeones mundiales

El ministro Cortázar cifró en 30 millones de dólares el déficit económico que dejó el transantiago durante el mes de abril, principalmente producto de la evasión al pago del pasaje, claro, la gente se está apretando clandestinamente por las puertas traseras de las micros, los colados en cantidades enormes se filtran por recónditos lugares con tal de ahorrarse esos valiosos pesos.

Si en el mundo se premiara el aprovecharse de momentos precisos para obtener beneficios propios, los chilenos, sin lugar a dudas, estaríamos en el podium, porque cada oportunidad que se nos presenta se recibe como si fuera la última, sabemos ciertamente del daño y la pérdida que estamos causando, pero hay una pequeña cuota de satisfacción que permanece en nuestro interior.

Ese depredador atento a atacar en cualquier momento se personifica diariamente en distintos ámbitos de nuestra vida, para adentrarnos a este tema sólo cabe recordar la connotada vieja de la mesa que disfrutó de sus 15 minutos de fama durante las movilizaciones estudiantiles del pasado año, por lo tanto la situación que se vive hoy con el transantiago no es una mera coincidencia, si no que responde a un extenso currículum que se desarrolla a lo largo de nuestra historia y de la independencia como país.

Creo firmemente que estas prácticas truchas se aplican desde que uno tiene noción de las cosas, cuando pequeño y existe la posibilidad de poseer cosas en forma gratuita, como globos, o las famosas cajas sorpresa, con las figuras de plástico en su misterioso interior, es posible encontrarse con el agente que pretende apoderarse de más de una sorpresa para ostentar de aquel maravilloso deleite. O cuando se reparten dulces, todos hacen lo posible y lo imposible por conseguir la mayor cantidad de caramelos, por supuesto que el balance son caries seguras por los próximos dos meses.

Lo más extraño de estos actos, es que son verdaderas pequeñeces, a veces ni siquiera se notan, pensar simplemente en el trabajo, ya es descubrir miles de estos mini delitos, como la sustracción de hojas de oficio, clips, pegamento, gomas, lápices, gorros, poleras, encendedores, estuches, mochilas todos con logotipos de la pega, y un sinnúmero de muchos otros extravagantes y raros artículos que al final no son de mucha utilidad, además para qué mierda se necesita tantos.

Es tan normal de nosotros la conducta del “caga no mas”, es tan chilena, tan nuestra que la proyectamos, la adoptamos como uno de los tantos juegos típicos chilenos, como el emboque, la rayuela y el volantín. Es uno de nuestros pocos comunes denominadores que forman parte de nuestra desconocida pero innegable idiosincrasia.

Realmente todos creemos que esas pequeñas oportunidades cumplen con nuestra dulce venganza, pues tantas veces que los profes nos han partido, los jefes nos han cagado, las empresas con los altos precios, el impuesto a todo más si se trata de la cultura, los libros, la música, los juguetes, la ropa, los útiles escolares, la comida, el copete, la bencina y tanta mierda más que nos siguen metiendo y cagando unos pocos señores de infladas billeteras importadas.

Por todos estos martirios, pensamos que los cagamos de vuelta, pero creo que verdaderamente nos estamos cagando entre nosotros. En el banco, en el supermercado y en cualquier otro negocio, si a la hora de pagar nos damos cuenta que salimos ganando y nos llevamos a casa más dinero del presupuestado o simplemente nos estamos llevando cosas gratis, por un descuido del vendedor, después de llegar a nuestro hogar y sentarnos en nuestro sillón de pensar, afirmamos que le devolvimos la mano a los mismos que nos estafan a diario y claro, se presenta la cuota de satisfacción: “al que me está jodiendo la vida, yo se la jodí un milímetro”, pero que equivocados estamos, porque al que realmente cagamos fue al cajero o la persona encargada de vendernos lo que queríamos, y a él es a quien le descontarán de su sueldo (acorde al de la mayoría), lo que no pagamos nosotros y llegará a su casa con un enorme odio, que servirá para perfeccionar su afán de cagar, y así la rueda seguirá girando y se sigue con el transantiago, con el estado y con todos.

martes, 8 de mayo de 2007

Festín para días flojos

Día gris a mi alrededor, día feriado, uno cualquiera, se percibe un aire excesivamente fresco en mi cuarto, me visto lento y miro a través de mi ventana el rudo cielo, amenazante. Prendo la radio, pronóstico de lluvia, de todas formas me quedaré en casa, no tengo ni ánimo ni paraguas, sólo un poco de hambre que aumenta al revisar nuevamente el cielo y sus plomos garabatos, que despiertan en mí esas ganas de sedentarismo, mirando televisión medio dormido, comiendo esas delicias más inesperadas que no tarden demasiado tiempo en ser preparadas, ni muy poco.

Llego a la cocina, mis orejas están frías, procuro darles un buen refugio así que doy media vuelta en búsqueda de un gorro de lana. Vuelvo a la cocina, dos naranjas en un pequeño canasto de mimbre, azúcar, y un sartén que verdaderamente parecía como si me estuviese esperando. Vertí el dulce contenido del azúcar sobre el sartén, no dudé en encender un fósforo, prender la torre de fuego y echar a calentarlo lento. Mientras revuelvo la sustancia un rato, noto cómo se derrite, se enrojece y se vuelve pálida, jarabe suave, es caramelo, su aroma lo delata. Mis frutas en toronjas, contentas están, pues saben que en cualquier momento se juntaran con ese complaciente sabor.

Para finalizar con este improvisado ritual alimenticio, impongo el carruaje del banquete, un herido plato mediano blanco, que no roba importancia alguna al mejor arte de este día.

martes, 17 de abril de 2007

Vincent de Tim Burton




Un corto reflexiovolado que da para pensar un rato.
La forma de animación, el blanco y negro y Edgar Allan Poe, son una combinación perfecta en esta obra de burton. obviamente la imaginación no se queda atrás y sigue con el particular camino que ha construido.
Un niño cualquiera con sus contradicciones, donde la demencia y subjetividad juegan el rol principal.